Don't look back

lunes, 13 de septiembre de 2010
No podía aguantarlo más.

Llevaba días encerrado en casa, las comunicaciones estaban rotas, no había televisión, radio ni nada que pudiera advertir sobre cómo iban las cosas por el exterior. Cada vez que me asomaba a la ventana veía la misma desolación: Cantidades de carne que algún día fueron personas y otros tantos arrastrando los pies buscando algo que llevarse a la boca, coches calcinados… todavía durante alguna noche se podía escuchar un grito desesperado en la lejanía que terminaba en un silencio ahogado.
Pero todo aquello no era lo más preocupante ¿Qué pasaba con todos esos familiares y amigos? Ya había visto a muchos de ellos a través de la ventana, al menos lo que quedaba de ellos. No fue nada fácil ver como trataban de huir desesperadamente de una muerte que terminaría siendo segura en cualquier callejón. Pero aún faltaba una persona. Una persona de la cual no supe nada y necesitaba saber. No estaba para nada cerca y no sería nada fácil llegar hasta allí pero no podía seguir con esa duda. La incertidumbre me corroía por dentro y es lo que me lanzó a salir en su búsqueda. Podía conseguirlo, no había leído los libros de Max Brooks para nada así que agarré víveres, material de primeros auxilios y las pocas herramientas de defensa que tenía y me lancé a su búsqueda.

No cogí el coche. Todo el mundo sabe que las carreteras están colapsadas de coches de familias que emprendieron una huida desesperada y terminaron sumidos en el terror. Una moto necesita gasolina y quién sabe a cuantos kilómetros encontraré una gasolinera que no haya sido asaltada. Agarré mi bici y Salí decidido a la calle pensando cuánto tiempo tardaría en ser devorado.
Por suerte, los cadáveres eran más lentos que yo y no era difícil esquivarlos entre pedaladas. Alguna vez me adentraba sin querer en tramos en los que eran demasiados y tenía que echar mano de cuchillos y algún que otro objeto arrojadizo pero nunca me agarraron. Pasé días perdido en mitad del campo. Mi única luz una linterna, mi único alimento lo que saqueaba de alguna tienda que no hubiera sido saqueada antes y mi cama un suelo frio y húmedo.
El final estaba cerca.
Al tercer día llegué a su ciudad. No quedaba nada de aquel muchacho que salió de su casa antes de ayer. Las ropas habían perdido todo su color, el sueño había sido cambiado por largas travesías a través del campo y los arañazos y golpes eran el nuevo color de mi piel…

Pero ya había llegado.

Solo me quedaba rezar por que ella se hubiera quedado en casa y no hubiera salido ¿imaginas lo que sería llegara su casa y ver que se ha ido?

Peor.

Cuando llegué a su calle la vi. Allí estaba ella asomada en la ventana buscando algún signo de vida en el exterior. Cuando ella me vio, comenzó a gritar de alegría y a llamarme.

Muy mal.

Comenzó a bajar las escaleras de su piso mientras yo corría hacia su puerta gritando que no saliera cuando todo ocurrió. Tantos gritos y ruido habían dado la voz de alarma y cantidades de no muertos se dirigían a esa dirección. No había armas para defenderse y Dios sabe que traté de evitarlo diciéndola que se volviera a encerrar en casa, pero cuando se disponía a cerrar el portal varios de ellos se lanzaron hacia ella bloqueando las puertas con sus cuerpos. Vi como tropezó con el primer escalón tratando de subir hacia su piso y caía al suelo. Lo último que escuche de su voz fueron los gritos más aterradores que he escuchado en mi vida.
Mientras huía, hacía un balance de todo lo que había sucedido desde que decidí salir de casa hasta que me reencontré con ella. No podía parar de llorar y maldecirme.

Ahora ya sé que ha sido de ella…

Dead Ends Everything

lunes, 7 de junio de 2010




Por fin cayó el ultimo de los muertos que trataban de invadir la casa. Después de conseguir cerrar la puerta, la pareja se sentó en el sofá. Estaban exhaustos, todavía se podía oler el miedo y la tensión en la habitación. Se miraron. Estaban cubiertos de sangre después de tal masacre. Los cuerpos desmembrados se encontraban esparcidos tiñendo de un tono rojizo la situación.
Juntos se levantaron y fueron a darse un baño.
La mujer comenzó a despojarse de unos harapos que minutos antes hacían un bonito conjunto mientras que el hombre chequeaba su cuerpo en busca de arañazos y desperfectos. Juntos, entraron a la ducha y abrieron el grifo. No era agua de la ducha lo que se derramaba de sus ojos.
Escuece...
Solo se limitaron a abrazarse y a decirse lo mucho que se querían. Que no podían estar el uno sin el otro. Una vez hubo escurrido toda la sangre, salieron y se secaron intercambiado miradas que solo ellos eran capaces de interpretar. Una vez en el salón, se sentaron cada uno a un extremo de la mesa, en silencio, sin hablar. Solo podían observar la pistola que antes ya habían usado contra los no muertos.
¿Qué pasa si la que tiene que apretar el gatillos soy yo?
¿Seré capaz aun sabiendo que estas muerta?

Los mordiscos no dejaban de sangrar, el color de sus pieles comenzaba a tomar un color claro como el nácar, el turbio negro de la muerte se cernía bajo sus ojos.

Lo único que deseaban mientras miraban sus heridas era su muerte. No eran capaces de afrontar su destino. No eran capaces de disparar a la sien de su alma gemela. 
Solo rezaban por morir en primer lugar.

loneliness

viernes, 14 de mayo de 2010
Como cada noche, vagaba borracho y solitario por las calles de la ciudad. en mi cabeza solo podia escuchar preguntas que nunca se podrian responder: ¿Que hago aqui? ¿Como he llegado a esto? ¿Por qué seguir caminando? Todavia recuerdo como vagabundeaba por los parques buscando un chupito, una botella olvidada, algo que pudiera tragarme y pudiera proporcionarme mi alegre estado de embriaguez. No tenia mas que eso. ¿familia? si tuve alguna no la recuerdo ¿amigos? quien quiere amigos, lo unico que hacen es crearte mas problemas de los que te solucionan. solo me necesitaba a mi mismo.

Recuerdo como miraba todas aquellas luces encendidas salir de las ventanas de los edificios. no podia evitar pensar en aquellos que estarian alli dentro: una familia feliz comiendo un caliente pavo con un buen televisor viendo gran hermano, una pareja de jovenes intercambiando miradas cautivadoras, dos ancianos viendo una de vaqueros, un grupo de amigos gritando y bailando mientras su vecino de debajo les llama la atencion con una escoba. Todos aquellos pensamientos apretaban mi corazon de dolor convirtiendolo en algo pequeño e insignificante.

Ya estaba preparado cuando estalló la plaga. lo habia leido en periodicos y en televisores de escaparates. a lo que me limité fue a esconderme cuidadosamente cuando uno de esos seres se aproximaba. escondido, veia como todos iban cayendo poco a poco, sin miembros, con pequeños tasajos de carne colgando, algunos todavia continuan masticando una carne que arrancaron a su presa dias antes. pero eso me daba igual.

Las imagenes que se quedaron impresas en mi mente fueron otras. nunca podré olvidar la cara de aquel novio enamorado disparando en la cabeza a la novia que tanto amaba y que tanto ansiaba ahora su carne, ni al pequeño muchacho huir a la carrera evitando ser mordido por sus propios padres. ya no importaba la familia, ya no importaban los amigos. todos ellos solo querian una cosa: tu carne. Muchos de ellos cayeron presa de su miedo y de sus sentimientos ya que se veian incapaces de disparar a lo que algun tiempo atras era una persona cercana a el. la gran mayoria lloraban de panico mientras se veian devorados por sus hijos. ya no se veian luces salir de las ventanas. solo fuego y lueces de sirenas alrededor de la calle.

Solo ahora me alegro de estar solo en este mundo.

love is in the air

lunes, 15 de febrero de 2010
 
Cuando pasó el ojo por el escáner de retina sonó un pitido asegurando que se permitía el acceso del sujeto. Las paredes del pasillo eran blancas, impolutas, como si nunca se hubiera posado una mota de polvo sobre ellas. Al final de este, había una puerta del color del frío metal que Stevens no dudó en cruzar. Una vez dentro se encontró con sus dos buenos compañeros Rosenberg  y mollineri.
Stevens posó su maleta de cuidado cuero negro sobre la mesa, recogió la corbata sobre su pecho y tomó asiento junto al resto dispuestos a comenzar la última reunión.
Mollineri comenzó rompiendo el hielo.
-y bien señores ¿tenemos alguna objeción o alguna duda sobre la reunión anterior?-
-¿Cómo pretendes convencer a la gente de que consuma este producto?- replicó Rosenberg.
-Esta todo previsto. Tenemos a todos los medios de comunicación de nuestra parte. Nuestro producto saldrá en las noticias, en la prensa, en los anuncios y en cualquier lugar en el que se pueda colgar una pancarta o escribir una línea. ¿No es así señor Stevens?-
Stevens mostraba una mueca seria e inexpresiva. Simplemente se limitó a asentir.

-es como poner la zanahoria en un palo y enseñársela a un asno.- continuó Mollineri. – todo el mundo acudirá a las farmacias en rebaño para intentar salvarse de la plaga.

-pero el peligro es real-

-cierto, el peligro es real. Ya se han registrado casos de canibalismo en varias zonas del este de Europa y la costa oeste de EE.UU. pero son casos aislados y controlados que no suponen ningún riesgo para nadie. Solo tenemos que hacerles creer que tenemos la vacuna que evitará esas transformaciones y que el virus deje de propagarse. ¡¡¡Seremos millonarios!!!

Los ojos de Rosenberg se iluminaron de ambición pensando en la ingente cantidad de dinero que recibirían si la trama salía bien.
El señor Stevens continuaba con su cara de nulidad. Estaba demasiado acostumbrado a estos trámites y no le suponía ningún trastorno emocional.
Dicho esto, Mollineri sacó un maletín cerrado con una clave y una pequeña llave. De el salió un clasificador con información y lo que parecía la caja de un medicamento. Stevens abrió su maletín y dejó al descubierto una cantidad casi innumerable de billetes grandes. El presidente, el farmacéutico, y el publicista ya tenían firmado el acuerdo.
-solo nos falta una cosa- recordó Mollineri.- ¿Cómo llamaremos al virus?-
Stevens pensó por un segundo-se transmite por el aire como la gripe ¿no?
-exacto-
-pues pongámosle gripe Z por aquello de los zombies ya sabes...-
-la  Z no es una letra bonita y no vende… por qué no lo llamamos gripe A



when sharks attacks

viernes, 29 de enero de 2010

las ojeras ya no tenian remedio, al mirarse a la cara se dio cuenta de que su aspecto no era para nada semejante al de esa persona madura pero atractiva, de pelo liso y brillante y presencia destellante. No desde que comenzó a descomponerse dias atras. desde aquella reunion habia notado un gran cambio en su aspecto y metabolismo. Un dia comiendo un bocadillo vio como un grupo de dientes se quedaron pegados a el ante la atonita mirada de su equipo de marketing e imagen. mas tarde su piel enpalideció creando asi una imagen fria y lugrube muy distante a la que el pueblo queria de el. por mucho que se duchara ese hedor a agua estancada y heces no se despegaba de una piel que cada vez estaba mas hecha jirones. su familia tuvo que abandonarle y los hambrientos tiburones de sus empleados y asesores estaban con el por el mero hecho de aumentar sus cuentas y cambiarle la tapiceria al coche.

fue entonces cuando cayó en la cuenta del error.

el solo queria ayudar, corregir esos errores que los anteriores habian cometido y el habia vivido como ciudadano de a pie. solo queria mejoar la sanidad, la educación, la seguridad, la economia....
pero quien es capaz de resistir a un maletin bien lleno de colores morados y amarillos luciendo la bandera de las 12 estrellas. -solo es un terreno- decian unos -no tiene por qué enterarse nadie-, -yo no te he visto y tu no me has visto-

en su ultimo discurso se mascó la tragedia. aquel dia iba a dar su ultimo comunicado, anunciaba su renuncia al puesto de presidente y retirada del mundo de la politica pero ya era demasiado tarde. antes de pronunciar sus primeras palabras, cayó desmayado al suelo. minutos mas tarde, mientras sus asesores y lameculos estaban tratando de ayudarles, despertó de su breve letargo y comenzó un ataque de histeria colectiva. el señor presidente comenzo a morder y desmembrar todo ser vivo que encontraba a su paso dejando un rastro de sangre y alaridos por donde pasaba sin ningun pudor a el qué puedan pensar su votantes. finalmente fue abatido por uno de los guardias jurados del recinto que  actualmente esta acusado por terrorismo. quizá aun muertos o corruptos , los politicos no dejaran de tocarnos las pelotas

zombie mall

lunes, 11 de enero de 2010

La navidad, para bien o para mal, ha terminado. Todos hemos disfrutado estas fiestas rodeados de nuestros seres queridos, nos hemos hartado a comer y beber y nos han hecho muchos regalos. Los más pequeños disfrutan de sus súper héroes, consolas y cacharros que mas tarde despreciaran, los mas mayores se conforman con una corbatita un teléfono móvil o un televisor de plasma full HD y las parejas se hacen regalos estratosféricos pensando que el dinero invertido es directamente proporcional a el amor que recibirás. No contentos con eso, los grandes almacenes crearon un nuevo periodo post-navidad llamado rebajas. Este método consiste en poner a precios aparentemente baratos todo aquel género sobrante de la anterior festividad para que los buenos y agradables ciudadanos no pierdan su deseosa dinámica de gasto. Después de que los padres y madres de familia acudieran en rebaño disfrazados como Arnold Schwarzenegger en un padre en apuros a los centros comerciales en busca del regalo agotado, le toca el turno a todas aquellas personas que buscan ese “santo grial” del mercado.

8:00 A.M.

Los primeros zombies comienzan a agolparse en las puertas del centro comercial. Parece que han percibido el olor de la oferta y sus bocas han comenzado a salivar. De momento se muestran tranquilos, no hacen mas que dar vueltas alrededor de la puerta tratando de hacer la espera lo más corta y menos aburrida posible. Los que gozan de habla se juntan en ocasiones para contar historias de cómo han salido victoriosos en otras cacerías y de cómo consumieron hasta el último halo de vida de sus victimas. La espera es larga pero todo es poco si se consigue un bocado.

9:00 A.M.

Cada vez son más los no muertos que se han percatado de que existe presa viva y las medidas de seguridad se van extremando. Esos vínculos afectivos que habían desarrollado los parlantes se han tornado en violencia y caos. Nadie quiere ser el ultimo en entrar. Los codos comienzan ha clavarse en torsos ajenos y la marea de gente se dirige a las puertas principales del lugar. Hemos estudiado diversos tipos de espécimen: encontramos zombies que han llegado tarde, pero han desarrollado una inteligencia capaz de llegar al primer lugar si es necesario, otros en cambio lo único que pueden hacer es emitir gemidos al aire en busca de una respuesta que nunca llegara mientras araña espasmódicamente las rejas del recinto.

10:00 A.M.

Las puertas se han abierto, no hay vuelta atrás, el cordón de seguridad se ha roto y los agentes dedicados huyen para no caer presa de tan hambrienta manada. El volumen de gules es tal que no puede pasar un rayo de sol entre ellos. Unos corren, otros caen, los menos inteligentes simplemente caminan pero al unísono y en una sola dirección. Una vez dentro, el ansia residente en su interior se desata y comienzan a devorar todo lo que se encuentran a su paso. Sus estómagos están llenos de producto pero, al igual que el perro, estos bípedos comerán y seguirán consumiendo todo aquello que lleve una etiqueta de -50%, algo que seguramente se pondrán 2 veces y colocarán en el fondo más oscuro de su armario hasta que se les quede pequeño y tengan que tirarlo. Uno de los puntos de inflexión más grandes a tener en cuenta es en el momento que dos zombies tratan de cazar la misma presa. Desconocíamos brotes de violencia entre estos seres pero cuando un no muerto necesita comer, destruirá todo aquello que encuentre a su paso a base de tirones de pelo, empujones, improperios y todo aquello dedicado a ofender a su prójimo.


Ahora párate a pensar un segundo en cuantas veces oyes la frase: “estoy en crisis” o “es que con esto de la crisis…”